GFN y sus socios, desde bancos de alimentos hasta organizaciones de servicio comunitario, corporaciones, e instituciones de investigación, están a la vanguardia en el fomento de comunidades más saludables y un planeta más saludable a través de la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos.
La recuperación y redistribución de excedentes de alimentos inocuos y saludables para aliviar el hambre es parte integral del modelo de banco de alimentos. Cuando los alimentos se producen o cosechan y se mueven a través de la cadena de valor hasta un mercado final, pueden perder valor o considerarse no comercializables, aunque por lo demás sean inocuos y saludables. Cuando se dan estas condiciones, en cualquier etapa de la cadena de valor, y si el producto se considera inocuo, saludable y utilizable, los bancos de alimentos pueden intervenir y recuperar el producto antes de que se desperdicie. Los bancos de alimentos, al recuperar y redistribuir los excedentes de alimentos inocuos, fortalecen los sistemas alimentarios y ayudan a garantizar que los alimentos terminen donde están destinados: en manos de las personas que padecen hambre.
¿Qué es la pérdida y el desperdicio de alimentos?
La combinación de pérdida de alimentos—cuando los alimentos se pierden después de la cosecha pero antes del envasado o su venta al por menor— y desperdicio de alimentos—cuando los alimentos no se utilizan en el nivel minorista y del consumidor— es un problema grave.
De todos los alimentos producidos en el mundo, casi un tercio se pierde o desperdicia según cálculos de dos agencias de las Naciones Unidas, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Aproximadamente el 14 por ciento de los alimentos del mundo se pierde entre la cosecha y la venta al por menor, y mucho más se desperdicia en el comercio minorista, los servicios de alimentos y el consumidor o los hogares. A medida que los alimentos perdidos y desperdiciados se descomponen en los vertederos, contribuyen del 8 al 10 por ciento de los gases de efecto invernadero del mundo, lo que finalmente intensifica el cambio climático y causa más fracturas en nuestro sistema alimentario.
La paradoja de que millones de toneladas de alimentos se descompongan mientras millones de personas pasan hambre causa un daño significativo a nuestras comunidades, nuestras economías y nuestro planeta. Y si no se aborda adecuadamente, puede limitar nuestra capacidad de producir suficiente alimento para todos en el futuro.
Definiciones de pérdida y desperdicio de alimentos de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO):
Pérdida de alimentos es la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos resultante de las decisiones y acciones de los proveedores de alimentos en la cadena, excluidos los minoristas, los proveedores de servicios de alimentos y los consumidores. La pérdida de alimentos se produce desde que se cosecha hasta el nivel minorista, pero sin incluirlo.
El desperdicio de alimentos se refiere a la disminución en la cantidad o calidad de los alimentos como resultado de las decisiones y acciones de minoristas, proveedores de servicios de alimentos y consumidores.
Cómo influyen los bancos de alimentos en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos
El problema de la pérdida y el desperdicio de alimentos (FLW por sus siglas en inglés) es enorme. Los bancos de alimentos son una parte importante de una solución sostenible, ya que se asocian con agricultores, distribuidores, procesadores, tiendas de comestibles y servicios de alimentos para redirigir los excedentes de alimentos saludables a las personas que padecen hambre. No todos los excedentes de alimentos son aptos o apropiados para la recuperación, pero cuando los alimentos no comercializables son inoicuos y saludables, su recuperación y redistribución son las acciones responsables.
El impacto de este trabajo de recuperación de alimentos, cuando se cuantifica, es asombroso. En 2019, por ejemplo, los miembros de las tres redes de bancos de alimentos más grandes del mundo (Federación Europea de Bancos de Alimentos o FEBA, Feeding America y GFN) recuperaron 3,75 millones de toneladas métricas de alimentos, suficientes para llenar casi 1.292 piscinas olímpicas. Y debido a que se recuperó ese alimento, se impidió que más de 12 mil millones de kilogramos de gases de efecto invernadero ingresaran a la atmósfera a través de la descomposición de los alimentos.
Al priorizar la recuperación de alimentos junto con el alivio del hambre, los bancos de alimentos ayudan a avanzar en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, especialmente el ODS 2 (Hambre Cero) y ODS 12.3, cuyo objetivo es reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos per cápita y reducir las pérdidas de alimentos para 2030. El trabajo de los bancos de alimentos refuerza las economías circulares, definidas por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente como modelos económicos sostenibles en los que productos, como los alimentos, pueden reutilizarse, reciclarse o recuperarse y, por lo tanto, mantenerse en la economía durante el mayor tiempo posible.
En 2021, los bancos de alimentos miembros de GFN recuperaron más de 514 000 toneladas métricas de alimentos saludables para alimentar a 39 millones de personas, mitigando colectivamente 1 695 000 millones de kilogramos de CO2 equivalente.
El papel de GFN en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos
Como la red internacional más grande de bancos de alimentos, GFN juega un papel fundamental en la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos, al servicio del alivio del hambre en todas las geografías, culturas y contextos socioeconómicos. Los bancos de alimentos miembros de la red, con sus raíces en las comunidades donde se han establecido, responden a las necesidades locales, y esto se refleja en su trabajo de prevención de la pérdida y desperdicio de alimentos.
Al considerar el problema de la pérdida y desperdicio de alimentos., la GFN, ante todo, aboga por el uso responsable de los recursos naturales. La reducción del excedente de alimentos proporciona los mayores beneficios ambientales, pero no se puede evitar que se produzcan. Cuando ocurre, GFN apoya la recuperación de excedentes inocuos y seguros para las personas que enfrentan el hambre. Creemos que, debido a la dinámica y variabilidad de los mercados y las fuerzas de la oferta y la demanda comerciales, los bancos de alimentos serán siempre necesarios para redistribuir el excedente de alimentos dentro de los sistemas alimentarios.
La recuperación de alimentos a largo plazo y el modelo de banco de alimentos deben reconocerse como parte integral de los sistemas alimentarios sostenibles y las economías circulares. Existe un creciente reconocimiento internacional de la necesidad de abordar la PDA, pero el papel de los bancos de alimentos a menudo se pasa por alto en la conversación.
GFN está cambiando eso:
- Usando nuestra experiencia, recursos y relaciones para apoyar a los líderes comunitarios y la acción local, a través del modelo de banco de alimentos, para abordar la seguridad alimentaria, mitigar los efectos del cambio climático y ayudar a la resiliencia de la comunidad.
- Incrementando el reconocimiento y la conciencia del papel que juegan los bancos de alimentos en la reducción de la FLW y cómo su trabajo fortalece la equidad y sostenibilidad del sistema alimentario.
- Haciendo un seguimiento y cuantificación del impacto ambiental positivo del trabajo de recuperación de alimentos de los bancos de alimentos utilizando metodologías probadas para medir esos impactos.
- Utilizando y perfeccionando los medios basados en evidencias para ampliar la recuperación de alimentos para una mejora continua y un impacto en la comunidad.
- Aliándose con todo el sistema alimentario, desde la granja hasta la mesa, con productores y proveedores de alimentos para aumentar las donaciones de productos inocuos excedentes y garantizar que los alimentos excedentes no se desperdicien innecesariamente.
- Brindando a los bancos de alimentos, las empresas, los gobiernos y los formuladores de políticas los recursos para comprender y cambiar mejor las políticas que restringen la donación y la recuperación de alimentos, al tiempo que se recomiendan políticas efectivas que apoyen la donación de alimentos para mitigar FLW y mejorar la seguridad alimentaria.
Para obtener más información sobre nuestro trabajo en la pérdida y el desperdicio de alimentos:
Lea nuestra investigación reciente:
- Bancos de Alimentos para las Personas y el Planeta: Un estudio sobre la prevención de las emisiones de gases de efecto invernadero por parte de los bancos de alimentos
- Avanzando en los Objetivos de Desarrollo Sostenible: Hoja de ruta hacia 2030
- The Global Food Donation Policy Atlas, una asociación entre Harvard Law School Food Law and Policy Clinic y GFN, que analiza y compara las leyes de donación de alimentos en más de una docena de países
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Consulte los artículos recientes:
- ¿Quiere combatir el cambio climático? Empiece por no desperdiciar la comida, El País
- Tres formas en que las empresas pueden asociarse con los bancos de alimentos para reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, The Consumer Goods Forum
- Mejorar las políticas de donación de alimentos es clave para combatir el desperdicio de alimentos, Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias